Kingdom Hearts

Dúo de ases

Disney y Square. Square y Disney. Vaya dos. Pues bien, estos nombres están ahora unidos de por vida por un lazo que responde al nombre de Kingdom Hearts. Un reino de corazones lleno de personajes que a su vez están en el fondo de cada uno de los nuestros. Porque, ¿quién no ha disfrutado alguna vez de los encantos de los maravillosos largometrajes de Disney? Pues bien, aquí, desde los más antiguos -Alicia en el País de las Maravillas- a los más modernos -Tarzán- hacen acto de presencia en lo que es una auténtica gala de nostalgia y diversión. Pero eso no es todo, porque la gigante nipona Square no sólo se encarga de producir y desarrollar el juego, sino que además pone su granito de arena al incluir a la legendaria saga de RPG Final Fantasy en el lote. Disney y Square, Disney y Final Fantasy, el pato Donald y Cloud Strife... ¿Qué ser viviente será capaz de resistir tan jugosa combinación de magia, fantasía y nombres? Seguramente no muchos, más con la calidad con la que Square, como no podía ser de otra forma, nos presenta el producto. Porque amigos, créanlo o no, pero Kingdom Hearts es tan grande y tiene tanto encanto -y puede que incluso más- que cualquier capítulo de la saga FF. Y es que estos genios de los juegos de rol han creado todo un mundo 3D que poco tiene que ver con su conocida y ya mentada saga, una alternativa a esta sencillamente genial, que podía haber incluso dado una buena lección a los títulos protagonizados por Cloud, Squall, Zidane y cía... si no fuera por unos cuantos fallos de lo más estúpidos, y algunos perfectamente evitables, que es lo más irritante.

El miedo encierra a la luz en oscuridad

La llave es el coraje. Sencillo y atractivo a la vez, el argumento de Kingdom Hearts rezuma, al igual que el resto del producto, un inconfundible "aroma" Final Fantasy, con ese tono oscuro-dramático marca de la casa, por mucho personaje de Disney que ande suelto. La aventura comienza en Destiny's Islands, donde tomas el control de un joven de 14 años llamado Sora, que vive plácidamente junto a sus amigos Riku y Kairi pero que, como cualquier muchacho de su edad y al igual que sus dos colegas, siente curiosidad hacia lo desconocido y la necesidad de viajar y descubrir nuevos mundo que no le dejan dormir. Y precisamente durmiendo es cuando un día sueña cómo la más negra oscuridad invade la isla donde habita por completo... sueño que se iba a hacer realidad poco después, para su desgracia, pues entre relámpagos en una noche iba a hacer aparición la Oscuridad y cambiar la vida de estos chicos para siempre. El primero en desaparecer de entre lo oscuro iba a ser el amigo/rival de Sora, Riku, no antes sin dejarlo primero con la Llave Espada en sus manos y con la tristeza de ver desparecer ante sus ojos a su querida amiga Kairi.

Entre todo esto entra en escena el incombustible pato Donald, con un nuevo traje y haciendo gala de sus característicos movimientos –muy conseguidos, te parecerá que lo estás viendo como hasta ahora en cualquier episodio de dibujo animado- y su nervioso carácter, aunque esta vez justificado al ver que en vez de encontrarse en su trono el rey Mickey, al que iba a ver, se encuentra en su lugar su fiel mascota Pluto,con una carta en boca con la que el rey ordenaba que Donald, junto al escudero del Reino Goofy, partieran en busca del portador de llave espada. Es decir,en busca de Sora, al que se van a unir en su propósito y van a ayudar cada uno con sus distintos poderes (Donald la magia y Goofy el combate). Juntos formarán un trío de héroes tan inusual como inolvidable.

Una inexperta Square

Como decía, Sora y sus amigos tienen planeado abandonar la aburrida y repetitiva rutina diaria que les propone su isla, donde bien conviven pero poco viven, y por eso, dicho y hecho, comienzan a construir un barco para tomar viaje hacía mundos nuevos y desconocidos para ellos. Con esta excusa, empiezas a controlar al personaje principal (muy "FF" y que recuerda enormemente al protagonista de "The Bouncer"), no antes sin tragarte un algo largo pero práctico tutorial en el que hasta el enfrentamiento con un jefe tiene cabida, pero donde empiezas a tomar contacto realmente con el mismo es en tu particular búsqueda de diferentes elementos necesarios para emprender el viaje. El caso es que cuando empiezas a dar vueltas por la isla, empieza a ser evidente la inexperiencia de Square en lo que es un juego de libertad de movimientos en un mundo completamente 3D, pues como sabéis una de las características de cualquier FF son sus escenarios bonitos pero limitados en cuanto a movimientos, que ya no es así en KH, pero que a su vez deja en evidencia a la compañía recientemente fusionada con Enix pues, aunque el resultado jugable en general no es ni mucho menos deficiente, sí que no pasa apenas del bien o como mucho y siendo generosos el notable.

Empezamos por el principal aspecto a destacar en este sentido (y no precisamente positivo, por desgracia): las horribles cámaras. Además de una molesta manejabilidad de las mismas (al menos han tenido el acierto de hacer cuan Zelda, es decir, el colocarse la misma justo detrás del personaje tras previa pulsación de los correspondientes botones), éstas siempre se las apañarán para mostrarte el ángulo que precisamente tú no desearías, siendo un verdadero infierno especialmente a la hora de combatir, en el que además de la ya considerable dificultad que posee el juego, las cámaras hacen el resto haciendo que en más de una ocasión llegues a desesperarte y tirarte de los pelos. Y ese es otro elemento que ha de ser destacado: la dificultad. Porque, creedme, hay ciertas situaciones –en especial batallas- en el juego que son, sencillamente, IMPOSIBLES (como por el ejemplo, el combate contra... no, mejor les guardó la sorpresa, ya descubriran a quién me refiero). Pero el caso es que un juego que a priori se podría llegar a aventurar como fácil (sobretodo teniendo en cuenta su infantil aspecto) no lo es en absoluto. Así pues, un pequeño consejo: si pretendes hacer de Kingdom Hearts un regalo para un menor de, qué diría, once o doce años vamos a poner, ten muy en cuenta que, a no ser que lleve desde su más tierna infancia con esto de los videojuegos o sea un auténtico superdotado en el terreno, la pasará muy mal para apenas pasar del primer mundo de Kingdom Hearts, si es que lo logra.

Sinceramente, esto último me parece un detalle de lo más descuidado por parte de Square, que no han pensado en una más que evidente posibilidad, que es el disfrute de los más pequeños del juego. Pero lamentablemente aún me quedan algún que otro percance por comentar, siendo el elemento plataformero uno de ellos. En principio, el hecho de que Kingdom Hearts no sólo se limite a ser un RPG y sea a su vez un plataformero suena como una brillante idea, pero que se queda en chamusquinas en la práctica. Y lo más triste es que todo se deba a un ridículamente mal ajustado control que se nos ofrece a la hora de saltar. Ciertamente, por muy inexperta que sea Square en lo que a plataformas se refiere, los saltos se podrían llegar a calificar como un verdadero bochorno, que hace que en más de una ocasión al no lograr alcanzar una plataforma te dé la risa por no llorar, entre otras cosas porque en el 90% de los casos no será culpa tuya.

Gracias a Dios, pasadas unas horas te empiezas a acostumbrar a todo esto, y hasta las cámaras te llegan a resultar "no tan malas" (aunque al principio y hasta que te adaptes a ellas lo pasarás realmente mal), además de que el desarrollo del mismo es muy fluido y mucho más dinámico que cualquier Final Fantasy dada una de las principales novedades que nos presentan: la eliminación de los a veces sosos y aburridos combates por turnos. Esto, a mi parecer, es todo un acierto, más después de jugarlo y comprobar lo entretenido que es jugar sin ningún tipo intermitente (pues además aprovecho para destacar que las pantallas de cargado brillan por su ausencia durante el transcurso de la aventura). Ya no tendrás que ir con ese agobio que resultaba ser el hecho de investigar cada palmo de terreno con el pensamiento de que en cualquier momento te iban a "cortar el rollo" con un nuevo enemigo para combatir, algo que se podría decir que era totalmente independiente de lo que era el juego en sí; pero repito, ahora esto se acabó y juego y combates son todo uno: los enemigos –malvados y varios Sincorazón te acosarán constantemente- aparecerán de repente en pantalla como en cualquier Action-RPG y tendrás que combatirlos –con tus armas, hechizos, sorprendentes invocaciones y con la ayuda de Donald y Goofy- con tu habilidad y en tiempo real (a no ser que prefieras pasar y salir por patas), como por ejemplo en cualquiera de los Zelda de N64, de los cuales se basa el sistema de combates, heredando asimismo la genial idea que fue el aquí llamado "Blanco Fijo", con el que seleccionas a un enemigo determinado y lo atacas a gusto sin perderlo un segundo de vista. Esto te vendrá muy bien en combates en los que por ejemplo te ataquen tres enemigos; entonces, como es lógico, lo ideal es acabar uno por uno con cada uno de ellos, con lo cual primero fijas a X, una vez eliminado fijas y haces lo propio con Y, y una vez sólo quede uno repites la operación con éste último. Sencillo, práctico y maravilloso (aunque siempre es mejor acabar con los tres a la vez si se puede, claro).

Técnicamente sobresaliente

¿Cómo podía ser si no, tratándose de Square? De todos es sabido que ésta compañía está formada por reputados artistas tanto en términos gráficos como musicales, como así han ido demostrando a lo largo de todos estos años con la saga de cuyo nombre no hace falta ya ni mencionar, por aquello de no repetirme demasíado. Pues esta vez se lo han tomado tan en serio como nunca y han creado un gran mundo en fantásticas 3D (y con libertad de movimientos, no me cansaré de repetirlo) y realmente bello, con todo el encanto que pueda tener la representación tanto de zonas totalmente nuevas -Destiny's Islands o Traverse Town- como lo puedan ser los mismos inspirados en las diferentes películas Disney. Así, gozarás visitando la jungla de Tarzán, el singular País de las Maravillas, la inolvidable ciudad de Agrabah de Aladdin o el Coliseo de Hércules, entre otros muchos. El caso es que engordarás de felicidad al poder recorrer y explorar a pie cada uno de los mundos con los que has disfrutado en diferentes películas a lo largo de tu vida, y al ver perfectamente recreados a todos y cada uno de los súper carismáticos personajes Disney, y ya por no hablar de los de Final Fantasy. En cuanto a la música, es simplemente bellísima; no destaca demasiado en lo que efectos FX se refiere pero lo que son las composiciones son maravillosas, y ya por no hablar del magnífico doblaje -en inglés, eso sí, aunque dado su nivel casi mejor dejarlo así- que es sin duda uno de los más trabajados de la historia de los videojuegos, contando entre su plantel de dobladores con nombres como el archiconocido Robin Williams o Haley Joel Osment, el chico de El Sexto Sentido y AI. No hace falta decir más, sólo queda por seguro que le daréis una gran alegría a vuestros oídos con este excelente apartado musical, cuya BSO desearás a buen seguro tener una vez acabado el juego.

Fuente inagotable de magia, diversión y nostalgia

Con unos grandes mundos en 3D, unos adictivos combates en tiempo real y una duración más que considerable, os podemos asegurar que pasarás horas y horas de gran diversión, gozando de todos y cada uno de los combates mediante el aumento de tu pericia y habilidad, con la cual ganarás experiencia y nuevas habilidades que harán de los mismos algo más sencillos y a su vez más divertidos, ganando nuevos ítems, descubriendo miles de secretos... En definitiva, que si por diversión fuera Kingdom Hearts merecería un monumento pues es sumamente entretenido, y además no tienes que preocuparte por su duración: tienes juego para rato. Para meses incluso... si sabes controlarte, cosa difícil dados tantos elementos de diversión.

Noveno Olivdo

Es casi una obligación hacer un pequeño paréntesis antes de dar la conclusión final sobre Kingdom Hearts, para tratar un tema que sin duda debe ser destacado, y para mi extrañeza en ningún medio he visto de hacer. Y es que hacen ya exactamente dos años, Square despedía a su gran saga de RPGs de PS con la novena entrega de la misma, creando un maravilloso mundo en el que la magia, los castillos y los personajes carismáticos volvían a tomar el relevo tras dos generaciones de aspecto futurista y, en definitiva, más adulto. De esta forma, tras los "oscuros" Cloud Strife y Squall Lionheart el protagonismo lo tomaba un joven de aspecto desenfadado y gran simpatía al que todos recordaréis: Zidane Tribal (Yitán en occidente). En fin, que el juego en cuestión resultó ser tan maravilloso como cualquiera de los anteriores, pero, la pregunta es: ¿de verdad fue Square conciente de que hicieron una novena entrega de Final Fantasy? Eso al menos pienso yo, tras avanzar en KH y encontrar personajes de FF VII, VIII y X... pero ni el menor rastro de cualquier caracter de FF IX. Desde luego, al menos para mí, esto no deja de ser un dato cuanto menos curioso, pues la única referencia real al mundo de Zidane y cía es la primera mísera arma del pato Donald, un bastón con la forma del pequeño mago Vivi, que además de lo poco que tardarás en sustituirla por otra más fuerte, insisto, es prácticamente el único guiño al título que disfrutamos en la bella tierra de Alexandria.

Experiencia obligatoria para fans tanto de Disney como de Square

Kingdom Hearts es un buen juego. Dejando esto a un lado, la cuestión es si gustará o no y a quién. Lo primero, si eres un experto amante de los RPGs, quizá la aparente sencillez y el infantil aspecto de Kingdom Hearts no te den lo que buscas, al igual que no lo hará si eres un maniático de la perfección, pues KH jugablemente hablando queda lejos de ser perfecto, además de contar con esa mediocre conversión a PAL que hará que más de uno ni se haga con el juego, asunto en el cual no me meteré pues si lo hacen, será con toda justicia aunque, ojo, no lo recomiendo, pues una joya de este calibre debería ser disfrutada aun con el peso de esas odiosas bandas negras. Ahora bien, y ya para terminar, sólo decir que si eres un amante de la saga Final Fantasy de Square y has crecido junto a los Mickey, Donald, Goofy y cía, sé consciente de que no puedes perderte este juego, al igual que todas las personas que busquen un buen RPG y que no entren dentro de los dos grupos anteriormente mencionados. De esta forma, no podemos sino animarlos a descubrir todo lo que ofrece KH, pero que una vez dentro ofrece unas sensaciones y nostalgias que, realmente, no tienen precio.